El hígado se bloquea ante cualquier angustia y se producen congestiones enzimáticas que predisponen a la patología dentro y fuera del hígado. Las transaminasas son los marcadores de ese bloqueo hepático. Estas aumentan cuando se bebe alcohol, cuando se toman fármacos como el paracetamol, y, cuando existen desordenes alimentarios. A estas agresiones se suman las que como órgano pantalla de todas las emociones estresantes.
En la medicina china cuando el hígado bloquea su actividad se define como un estancamiento del Qi del hígado. El objetivo de depurar el hígado no se alcanza con una infusión de boldo, alcachofa y cardo mariano, sino que hay que hacer dietas depurativas junto con las plantas drenadoras, para drenar el edema, el exceso sanguíneo, la mucosidad, el probable tejido granulomatoso y el estancamiento enzimático. Las plantas que drenan el hígado son las siguientes:
- ruibarbo, salvia y angélica; drenan la sangre estancada
- peonia junto con el ruibarbo; drenan las enzimas estancadas
- boldo, cardo mariano y azahar; mantienen el estatus funcional
- mandarina, bambú y angélica; drenan el moco acumulado
- grosellero negro; mantiene la vitalidad hepática
Todas estas plantas junto con dietas depurativas drenan adecuadamente el hígado. Cuando el hígado está en correcta funcionalidad nuestra mente está despejada. Algunos tóxicos atraviesan la barrera hematoencefálica y “enturbian” la mente. Es importante saber que el hígado sobrecargado, tanto en función como en emoción, es el responsable de una degeneración neuronal. Los tratamientos para desestresar a los pacientes pueden abarcarse por distintas vías, por un lado la meditación, la relajación, los cócteles de plantas o de determinadas frutas depurativas, que van a mejorar la funcionalidad hepática. Por otro lado las dietas depurativas que consisten en limpiar todo el organismo al eliminar la ingesta de alimentos cargados de tóxicos, los cuales son principalmente las proteínas, que además en su metabolismo se generan muchos detritus más complejos de eliminar que los que generan las frutas y verduras.
Las dietas depurativas consisten en la toma de zumos, o la toma de frutas y verduras sin proteína, durante unos días, mínimo una semana. Con ello conseguimos favorecer un drenaje importante de nuestros tejidos y conseguimos hacer descansar de sus funciones a nuestro hígado, para que éste se recupere de su exceso de trabajo, sea por exceso de llegada de tóxicos o, sea por exceso de estrés que bloquea la función hepática a nivel funcional, se enlentecen sus reacciones químicas y se producen sobrecargas de tóxicos que van a enlentecer más las funciones cognitivas y, por tanto, van a empeorar la resistencia al estrés.
En el tratamiento hay que contemplar la dieta y las terapias anti estrés para conseguir un efecto global más rápido que con cualquier fármaco. La salud es nuestra responsabilidad. Los médicos ofrecemos el arma o las armas con las que el paciente puede trabajar para conseguir mantenerse sano, no sólo libre de enfermedad, sino con un aspecto saludable. Esto se traduce en la piel, en la mirada y en la actitud ante los desequilibrios externos.
