Quince años cargando con un sueño que crece día a día, con la responsabilidad de atender las necesidades de pacientes que se han convertido en legión. Quince años de mano de hierro, la de Manoli Diago, y de guante de seda, la de su hermana Sindia, un equipo perfecto al que une la pasión por ofrecer al paciente una experiencia de salud y de belleza extraordinaria y cuyo éxito se resumen en una palabra: Humildad.
El Centro Médico Atlas, sito en la localidad de Pilas, en Huelva, comenzó hace tres lustros su andadura en una habitación de la casa de Manoli, que por aquel entonces, corría el año 1996, empezó a dar masajes encontrándose con que el tacto de sus manos resultaba ser una bendición para los demás. En apenas dos años vino su dedicación a la osteopatía en jornadas que empezaban a primera hora y concluían a las doce de la noche y la consciencia de que su número creciente de pacientes estaba planteándole la necesidad de recurrir a la colaboración de otros profesionales para ofrecerles servicios de más calado a quienes acudían a ella.
De la habituación de su casa dio el salto a un pequeño local, con 6 o 7 estancias, donde además ofrecía, ya en colaboración, servicios de traumatología y fisioterapia. Hubo de recurrir al concurso de su hermana Sindia que, todavía estudiando, se inició en el proyecto en labores de atención telefónica para después formarse e iniciarse también ella como terapeuta, la vocación dormida que se le despertó dentro, hasta formar hoy entre ambas el alma de un centro médico con 21 salas y en el que trabaja, aparte de ellas mismas, un equipo médico interdisciplinar compuesto por 28 doctores. Casi nada.
Su proyecto aúna lo mejor de dos mundos, el de la medicina convencional con toda su ciencia y el de las mal llamadas terapias alternativas, en su caso se trata, más bien, de complementarias, tales como la naturopatía o la Medicina Tradicional China, en la que acaba de licenciarse Manoli, un concepto de medicina integral dentro de una visión holística del paciente, en el que se integran aspectos físicos, psíquicos y emocionales. En base a esta filosofía de partida, y a través de un trato exquisito al paciente, buscan siempre su entera satisfacción, haciendo que se sienta como en casa, arropado, mimado, escuchado, comprendido, querido y valorado como persona única y singular.
Con esa tarjeta de presentación y con su vocación de ayuda al prójimo por bandera, viven y trabajan cada día buscando la armonía, que la salud fluya en equilibrio a través del cuerpo, la mente y el espíritu de sus pacientes. Buscando ser ellas mismas mejores personas. Dándose más. Volcándose por entero. Es una forma elegida de ser y estar en el mundo. Como las últimas, siempre, frente a las necesidades de los demás.
Y más allá de la salud, en lo que a belleza y bienestar se refiere, ponen a disposición de sus pacientes, todo y mucho más, como es su natural: Cirugía Estética, Plástica y Reparadora, técnicas especializadas de Estética Holística, en tecnología Láser, en Medicina China al servicio de la estética, linfoterapia, asesoramiento dietético y un largo etcétera.
Desmedidas y apasionadas como son, nada parece ser suficiente para ellas a la hora de dar y darse a los demás.
