Lifting biológico autoinducido no quirúrgico con hilos japoneses

Lifting biológico autoinducido no quirúrgico con hilos japoneses

lifting_biologicoSe implantan filamentos sobre el rostro para su rejuvenecimiento, que consisten en hilos de polidioxanona con una aguja guía. Se distribuyen sobre el rostro siguiendo las líneas de tensión y en red para corregir la ptosis de los tejidos. Los hilos hacen un efecto de soporte de los tejidos. Existe un mecanismo de lifting biológico por acción de los fibroblastos formando hilos propios de colágeno autoinducido. La duración del efecto es superior a 12 meses; aunque los hilos se reabsorben en 6 meses, incluso los resultados pueden llegar hasta 18 meses, dependiendo de la respuesta individual de cada paciente.

Se utiliza material reabsorbible y biocompatible, sin rechazos ni procesos alérgicos, con una mínima reacción inflamatoria.

El objetivo de este procedimiento no es cambiar sino mejorar, y consigue aumentar la elasticidad y la calidad de la piel. Se dispone de diferentes tamaños de aguja y longitud de los hilos según la zona que se vaya a tratar.

Para qué y quién está indicado

Lo ideal es tratar a personas entre 35 y 65 años. Aunque no está contraindicado en personas más mayores, estos van a mejorar de una forma más discreta. Está indicado para corregir los primeros signos de flacidez facial o bien cuando ya ésta sea evidente, tanto como tratamiento preventivo, como tratamiento reparador del descolgamiento gravitacional.

Estamos ante una técnica de rejuvenecimiento facial para prevenir y tratar la flacidez, que se aplica en la cara y el cuello. No se trata de un procedimiento agresivo, sino que se realiza de forma ambulatoria y la persona se puede reincorporar inmediatamente a su vida cotidiana. La mejora se ve al mes del tratamiento y es a los tres meses cuando se obtienen los mejores resultados. Se pueden hacer retoques en cualquier momento.

Sin embargo, hay que reseñar que no es una alternativa al lifting quirúrgico. Tampoco requiere un test previo de tolerancia y los posibles efectos adversos son mínimos, propios de cualquier inyección, edema, enrojecimiento o pequeños hematomas.

Conviene siempre marcar y planificar cómo se van a situar los hilos sobre el rostro y el cuello previamente al tratamiento. En la zona del cuello se ponen varias líneas paralelas y después se entrecruzan otras hileras de hilos. También se colocan para elevar y sostener la ceja a nivel del área frontal, para las mejillas y pómulos se usan hilos acoplados (con agujas de 25G, que son las de diámetro mayor), y sobre la zona temporal, siempre realizando un tiraje hacia arriba y hacia atrás (imitando en su posición a cómo se colocarían los hilos quirúrgicos). El resultado es una mejoría global y notable del rostro.