Salud intestinal. Perspectivas de futuro

Salud intestinal. Perspectivas de futuro

1318957041584En los últimos años, uno de los temas más oídos en los medios de comunicación ha sido el de la “salud intestinal”. Es una nueva vía de estudio del organismo humano, tanto desde la perspectiva nutricional como inmunológica.

 

Desde un punto de vista nutricional, el aparato digestivo y cada uno de sus elementos resultan imprescindibles en la digestión y absorción de los alimentos. En la digestión intervienen diferentes enzimas digestivas que, gracias a los movimientos provocados por el sistema nervioso autónomo, se mezclan con los alimentos provocando una fragmentación de los macronutrientes en moléculas de menor tamaño que pueden ser absorbidas por los entericito. Por lo tanto, para que haya una correcta absorción de nutrientes deben concurrir los siguientes elementos:

 

  • Masticación prolongada que permita triturar los alimentos y mezclarlos con las amilasas presentes en la saliva (responsables de la digestión de los hidratos de carbono).
  • Secreción de jugos gástricos adecuada y suficiente que permita la fragmentación de las proteínas en di- y tripéptidos. Esta secreción se puede ver modificada por el consumo frecuente de ciertos fármacos.
  • Dieta equilibrada, variada y moderada, que permita el correcto funcionamiento del hígado y el páncreas como glándulas productoras de enzimas digestivas.
  • Entorno no estresante durante las comidas, que permita el adecuado funcionamiento del sistema nervioso autónomo (responsable de los movimientos intestinales).
  • Una alimentación variada y suficiente que aporte todos los componentes esenciales que influyen en la biodisponibilidad de nutrientes, en la integridad de la mucosa intestinal y en la formación y mantenimiento de la microbiota habitual, que permite la digestión de ciertos componentes no digeridos hasta el colon.

 

 

La absorción de nutrientes depende directamente de: la disponibilidad de los mismos en forma de moléculas sencillas resultantes de la digestión, la presencia de elementos que sirven como mediadores en la absorción de nutrientes, la presencia de elementos transportadores como las micelas de los jugos hepáticos elementales en la absorción de lípidos, la ausencia de elementos quelantes o bloqueantes de nutrientes (principalmente vitaminas y minerales), la integridad de la mucosa intestinal (permitiendo que la sustancia absorbida pase por el citoplasma de los entericitos y no entre ellos) y la idoneidad de la microbiota intestinal, especialmente a nivel cualitativo.

 

Desde un punto de vista inmunológico, el lumen intestinal es la mayor superficie de contacto del organismo humano con el exterior. La alimentación, digestión y eliminación de sustancias a través del aparato digestivo dista de ser un proceso estéril, todo lo contrario, los microorganismos se encuentran presentes  en él en mayor o menor medida, formando en sí mismos una barrera de protección de las microvellosidades intestinales y los entericitos de la mucosa, especialmente en el colon.

 

La microbiota (bifidobacterias y lactobacilos principalmente) produce la fermentación de ciertos componentes no digeridos previamente, produciendo elementos que sirven como alimento de la propia microbiota y/o como nutrientes para el organismo.

 

Una alimentación desequilibrada, una situación de estrés sostenida, una enfermedad crónica no controlada o el consumo indiscriminado (y no controlado por un facultativo) de ciertos fármacos, son algunos de los factores que afectan al bienestar de la flora intestinal, provocando la aparición o sobrecrecimiento de microorganismos que no forman parte de la flora normal del intestino o lo hacen, normalmente, en mucha menor medida. Como consecuencia de este cambio se pueden producir alteraciones como:

 

  • Malabsorción de nutrientes, que podrían haber sido fermentados por la microbiota habitual.
  • Absorción de macromoléculas entre los enterocitos por ruptura de los enlaces de membrana de estos (hiperpermeabilidad), produciendo una mayor sensibilidad orgánica y favoreciendo la aparición de patologías de carácter autoinmune.
  • Producción de elementos sulfurados, teniendo éstos cierto efecto tóxico a nivel orgánico.

 

Hoy por hoy, si bien existen estudios clínicos que defienden la utilización de suplementos con pro y prebióticos, existen controversias, tanto en el tipo de suplemento a emplear, como en su idoneidad y eficacia. Como conclusión, resaltar la importancia de la alimentación equilibrada y variada en todas las etapas de la vida, imprescindible en la salud intestinal y el desarrollo y mantenimiento de la microbiota. Ésta es susceptible de sufrir modificaciones a lo largo de toda la vida, aumentando exponencialmente hasta la edad de los dos años y teniendo a esta edad unas características cualitativas y cuantitativas que se tenderán a mantener el resto de la vida. Se precisan estudios clínicos concretos que ayuden a marcar las pautas a seguir.

 

Diana Vanni Lorente

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética (UCM)

Master en Nutrigenómica y Nutrición personalizada (UIB)

Nutricionista clínicas Mediestetic