Queda muy poco para la entrada del verano y hay muchas personas que aún no han empezado la dichosa “operación bikini”, pero sí que están a tiempo. Ponerse en manos de un centro de medicina estética fiable es la mejor opción, ya que permitirá a la paciente ser diagnosticada y sometida a una combinación de tratamientos corporales reductores de peso, volumen y de flacidez de la piel y conseguir los mejores resultados posibles sin riesgos para la salud.
Como dice el refrán, “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”; por ello a muchas personas aún les queda tiempo para cuidarse un poco antes de irse de vacaciones (aquellas que puedan) en la época estival. Algunas han sido más prematuras y ya han terminado.
Es importante poder marcar desde el principio el objetivo con la/el paciente. Por ejemplo, durante este mes es cuando, estadísticamente, la mujer pierde más peso y, a la vez, aumenta su obsesión por adelgazar y de caer en el peligro de perder la cabeza. Esta misma semana me negué a tratar a la hija de una paciente con un índice de masa corporal por debajo de la media. Su madre se enfadó porque ella sí que la veía “gorda”.
Reducir, tensar, mejorar y sonreír
La belleza perfecta no existe, y menos en el área médico-estética. Cada ser humano lleva dentro su diosa más bella (“La Venus de Milo”) que, aunque tiene los brazos rotos, transmite feminidad, seguridad y siempre ha constituido un icono universal.
Los casos que se presentan a continuación son casos de reducción de volumen, de abdomen, de estómago, cuello, piernas tratadas con sesiones de carboxiterapia, intralipoterapia, electroterapia, etc., pero al mismo tiempo se ha ido tensando con hilos tensores e inductores de colágeno en todas las zonas en las cinco pacientes, que son de diferentes edades (de 29 hasta 65 años). Ver más información en: https://www.doctoravillares.es/reduce-tensa-mejora-y-sonrie/
Se trata de la mejor forma de potenciar los resultados. Es la técnica del “3-en-1”. Si se reduce y no se tensa la piel no se mejora y la “operación bikini” es tan rápida que hace que la piel baile por la pérdida tan drástica de colágeno y elastina.
Realmente al volver a mirar los procedimientos ya realizados me da una gran satisfacción por poder disfrutar y saborear el trabajo bien hecho. Me gusta pensar que puedo hacer alegrarse, aunque sea un poquito, al siguiente que llame a la puerta.
Dra. Villares