Al finalizar el verano, hay que revisarse bien y recordar que el sol es el principal causante de la aparición de diferentes tipos de lesiones pigmentadas (manchas) en la piel. La Dra. Mona Asadi, directora de la Unidad Láser del Institut Dra. Natalia Ribé, explica “las manchas solares van apareciendo a lo largo de la vida en las zonas más foto-expuestas como son la cara, el escote y el dorso de las manos.” El número de consultas relacionadas con la aparición de “manchas” en estas zonas aumenta y es que cada vez hay más personas que descubren lo fácil que es eliminarlas con láser.

Las manchas cutáneas son lesiones pigmentadas de diferentes tipos. Las que aparecen con mayor frecuencia son los nevus (también conocidos como lunares), las efélides (las típicas pecas) y los léntigos solares, que son aquellas manchas relacionadas con la exposición solar y las únicas que deben tratarse con láser. Estas son lesiones benignas, pero también existen las lesiones pigmentadas más peligrosas, las malignas, donde se conocen los nevus displásicos y los melanomas.

Como las doctoras Natalia Ribé y Asadi resaltan, “lo más importante es un correcto diagnóstico antes de realizar algún tratamiento, ya que se debe saber qué tipo de lesión pigmentada se quiere tratar.” Y tal y como afirman las Dras “la única mancha que se puede eliminar con láser es el léntigo solar” tanto la que afecta a la cara, escote y manos.

Cómo actúa el láser

Los léntigos solares son lesiones donde el incremento de pigmento (melanina) se encuentra en la epidermis y, aunque se pueden eliminar de varias formas (con crioterapia y luz pulsada intensa), en la actualidad el láser es el mejor método por su efectividad y resultado estético. Hay varios tipos de láser que se pueden utilizar, aunque los mejores son los “Q-switched” o los “Alejandrita” de pulso variable.

El láser utilizado posee una longitud de onda que tiene gran afinidad para ser absorbida por el pigmento oscuro. Las lesiones dermatológicas, al estar pigmentadas, absorben la energía del láser. Este las calentará, destruyendo sus células. Como estas lesiones están más pigmentadas que la piel normal circundante, la acción del láser es muy selectiva sobre la lesión. Los léntigos de color oscuro son fáciles de eliminar debido a la gran cantidad de melanina que poseen, que es la diana del láser. Sin embargo, los léntigos más claros son un reto por su escasa concentración de pigmento.

En la aplicación del láser no se precisa anestesia, aunque puede ser molesto, sobre todo en las manos. Es un tratamiento muy rápido y suele necesitar una única sesión. Se formará una costra en la zona de la lesión que desaparecerá entre los 10 y 15 días según la zona tratada y los cuidados del paciente.

Cuidados postláser

Inmediatamente después del tratamiento se puede reanudar la actividad cotidiana con normalidad. En los días posteriores lo único que se podrá obsrvar, como ya se ha dicho, es una costra en la zona tratada.

Las indicaciones que deben seguirse, según la Dra Asadi son:

• Aplicarse crema cicatrizante o crema hidratante tipo Aloe vera en la zona tratada, los días inmediatamente posteriores a la sesión.
• Limitar la exposición al sol y a los rayos UVA durante las 2 semanas siguientes, y en caso de exposición, utilizar protección total (50+) en las zonas tratadas.
• No tomar fármacos fotosensibilizantes.

Cómo prevenir las lesiones pigmentadas

La Dra. Natalia Ribé aporta una serie de recomendaciones para prevenir los léntigos solares:

• La mejor forma de prevenirlos es evitar la exposición solar.
• También es posible broncearse de forma controlada, es decir, utilizando factor de protección solar alto (30 o preferiblemente 50+), aplicándolo de forma correcta (30 minutos antes de la exposición solar) y repitiéndolo periódicamente.
• Tomando antioxidantes orales, pastillas con sustancias que preparan la piel para el sol y activan las defensas naturales para proteger frente a los rayos solares.

Institut Dra. Natalia Ribé