Depilación láser; ventajas y precauciones

Depilación láser; ventajas y precauciones

Tratamiento depilación LáserLa principal ventaja que ofrece la depilación láser es su eficacia, seguridad y comodidad. Tras la primera sesión el paciente suele mantenerse depilado durante al menos dos meses. Después irá apareciendo progresivamente vello, pero cada vez en menor cantidad porque en cada sesión se elimina un porcentaje de la totalidad de pelo tratado.

Dado que el vello desaparece progresivamente, el tiempo que se mantiene el paciente depilado es creciente, de forma que acaba acudiendo a hacerse pequeños repasos espaciados en el tiempo de hasta seis meses. Durante los periodos entre sesiones se disfruta de una depilación cosmética sostenida. Además, las sesiones cada vez son más cortas y cómodas. Con la tecnología que hay en la actualidad se realiza un tratamiento de piernas, ingles y axilas aproximadamente en una hora y ya no se requiere hacer otro de recuerdo hasta haber transcurrido varios meses porque durante todo ese periodo no tendrá pelo.

De aquí la importancia de los mejores aparatos en manos expertas, lo que se traduce en eficacia y seguridad para la persona. Los mejores resultados se obtienen en las axilas, ingles y piernas, que presentan un aclaramiento del pelo superior al 80-90% en tan solo seis u ocho sesiones, con excelentes resultados en casos de foliculitis (pelo enquistado).

Factores a tener en cuenta

• Densidad de melanina del folículo piloso. A mayor concentración de esta, mayor pigmentación de la matriz del pelo y mayor eficacia del tratamiento con láser. Las canas no responden a este tratamiento. El pelo que mejor se elimina con láser es el más oscuro y grueso porque tiene más melanina y absorberá mejor la luz.
• Densidad de melanina en la piel. La luz empleada para calentar la melanina del pelo puede ser absorbida por la melanina presente en la piel en los pacientes de raza más oscura o en los pacientes recientemente bronceados. Por ello, cuanto más morena es la piel, mayor riesgo de efectos secundarios. Los fototipos más altos requieren el empleo de láseres con mayor longitud de onda y con duración de pulso largo, que le confieren a la luz mayor penetrabilidad y calientan menos la superficie cutánea.
Grosor del pelo. A mayor grosor y mayor pigmentación, mayor absorción de energía y mejor depilación. El pelo fino absorbe menos energía y se depila peor. No es razonable pretender tratar un vello de estas características y claro (tipo pelusa) de una zona del cuerpo con la piel muy oscura porque existe bastante riesgo de que la luz sea absorbida por la piel y, sin embargo, el pelo apenas se verá afectado por el láser.
• Profundidad del folículo piloso. Es importante considerarla para emplear láseres de mayor o menor penetración. Por ejemplo, los varones tienen el pelo más profundo, por ello es interesante seleccionar el láser que puede dar parámetros más penetrantes.
• Fase de crecimiento. La fase anágena, cuando el pelo es de mayor grosor y más pigmentado, es la más adecuada para conseguir resultados óptimos.
• Densidad folicular. A mayor población folicular, menos dosis de energía.
• Edad, sexo. La presencia de andrógenos (hormonas masculinas) alarga el tratamiento. Por eso los varones requieren mayor número de sesiones a lo largo de un mayor espacio de tiempo. Las mujeres con alteraciones hormonales y las zonas corporales hormo-dependientes (areolas, línea alba, mentón) resultan más complejas de depilar.
• Topografía y cronología local. Existen zonas que responden mucho mejor que otras. Axilas, ingles y piernas son mucho más agradecidas que la zona facial. El rostro tiene una gran densidad de vello fino y su crecimiento está sujeto a las variaciones hormonales en la mujer durante determinados periodos como la menopausia.

Descartar otros problemas

En la consulta médica informativa es importante descartar la presencia de pelo no deseado como un efecto secundario concomitante a un problema clínico asociado. En ocasiones, la existencia de mucho pelo en zonas no habituales puede ser la pista para que el médico busque un trastorno hormonal. Al margen de la depilación por motivos cosméticos, la más habitual, existen otros motivos por los que un paciente puede recurrir a erradicar el vello de esta forma.
• Hirsutismo. Presencia en la mujer de pelo de distribución masculina relacionada con niveles altos de hormonas masculinas. La causa más frecuente es la existencia de ovario poliquístico. Pero existen otras causas como la enfermedad de Cushing, la hiperprolactinemia, los tumores ováricos o adrenales, la ingesta de medicamentos (andrógenos, minoxidil, corticoides, ciclosporina) y otros. El tratamiento con antiandrógenos puede inhibir parcial o totalmente el crecimiento del pelo y la paciente debe conocer el riesgo de que parte del pelo inhibido por el tratamiento hormonal se active y aparezca cuando abandone el tratamiento hormonal.
• Hipertricosis. Aparición de alta densidad de pelo sin distribución definida y sin estar relacionado con niveles hormonales altos de andrógenos. Su origen no es patológico, sino que se nace con dotación genética.
• Pseudofoliculitis. Pelos que se enquistan al curvarse y crecer hacia adentro. Su tratamiento a tiempo evita que el folículo se infecte. En ocasiones se deban administrar antibióticos e incluso realizar una extirpación, lo que puede dejar secuelas de cicatrices en la zona.
• Depilación de colgajos. Por el trasplante de áreas de piel con pelo a zonas del cuerpo en las que habitualmente no lo hay.

Clínica Dra. Margarita Esteban (Bilbao)