Dicen que la nariz es uno de los rasgos físicos que más se relacionan con la personalidad. Muchos de los que crecieron con Pinocho siempre recordarán con simpatía cómo se le alargaba esta zona cuando mentía. Hay estudios que afirman que realmente crece, pues los vasos sanguíneos se llenan de sangre y provoca picor; por eso al mentir se suele tocar, y si no que se lo digan a Bill Clinton en su declaración para desmentir la relación con la becaria. Su lenguaje gestual de rascarse la parte nasal le delató…
Soluciones sin cirugía
El apéndice nasal va cambiando con la edad y las personas también. Recuerdo que en mi juventud era una de las facciones que menos me agradaba y con el tiempo vi que mi forma de ser y mi carácter iban acorde con ella y ahora me gusta mucho más. Sin embargo, hay casos con muchos complejos y con ganas de pasar por quirófano pero, en los últimos años, llegó la técnica de la rinomodelación y es posible moldear la nariz sin cirugía. Simplemente aplicando en unos puntos concretos materiales de relleno muy seguros y reabsorbíbles (como el ácido hialuronico, la hidroxiapatita cálcica y la policaprolactona). Se realiza en consulta en una sesión y utilizando una técnica nada invasiva es posible reducir el caballete, cambiar la punta, mejorar asimetrías e incluso deformaciones por golpes o accidentes.
De todas maneras hay que mirar la cara como un todo y la estética siempre tiene que ir acompañada de equilibrio y armonía, por ello la prudencia a la hora de asesorar es de vital importancia. En definitiva, nariz aguileña, chata, huesuda, grande, pequeña… Todas son bonitas siempre y cuando cada persona se vea bien y los demás nos quieran más allá de nuestro rostro “por narices”, y nunca mejor dicho.
PD: se presentan a continuación algunas fotos de mis trabajos de rinomodelación.
Clínica de Medicina Estética Dra. Villares (Barcelona)