Envejecimiento Cutáneo

Envejecimiento Cutáneo

Envejecimiento en el rostro por la edadLa piel al ser el órgano más extenso del organismo y responsable de nuestra apariencia externa, nos muestra el transcurrir de los años. El envejecimiento cutáneo es un proceso dinámico y complejo en el que están involucrados múltiples factores: genéticos, hormonales y ambientales, entre otros.
Los cambios en la piel con la edad se deben a factores intrínsecos: envejecimiento cronológico, que afecta a la piel de todo el cuerpo y que en parte debido a cambios hormonales y a factores extrínsecos: fotoenvejecimiento.
La acción es un factor determinante en la aceleración y acentuación del proceso de envejecimiento cutáneo, dándole a la piel un tono grisáceo y pronunciando las arrugas a causa del deterioro de la microcirculación.
Durante el envejecimiento la piel sufre una serie de alteraciones a nivel de la dermis y de la epidermis, a la vez que hay una reducción del tejido graso subcutáneo. Como consecuencia de ello la piel se vuelve seca y se descama fácilmente, aparecen arrugas, manchas pigmentadas, los cabellos se vuelven blancos y aumenta la frecuencia de alteraciones cutáneas como las verrugas seborreicas, nevos, quistes…
El envejecimiento cutáneo (EC) es la resultante de los cambios intrínsecos, junto a los efectos de los radicales libres y los efectos del sol. El resultado final se podría considerar como una aceleración del proceso natural del envejecimiento a causa de los radicales libres y el sol. Podemos diferenciar entonces entre el envejecimiento cutáneo intrínseco y el fotoenvejecimiento.
La piel envejecida pero fotoprotegida, tiene algún incremento de la laxitud y acentuación de sus pliegues, pero no desarrolla apariencia de piel engrosada, color amarillo telangiectásico, abultamientos y tegumento afectado por la luz, como la piel fotoenvejecida. Los cambios histológicos entre ambos son dramáticos: En el EC intrínseco se observa pérdida de la sustancia y en el fotoenvejecimiento se ven incrementos anatómicos.

FOTOENVEJECIMIENTO

Los cambios más dramáticos son debidos a los factores extrínsecos, siendo su mayor causante la luz solar. El sol es el responsable del 90% de las lesiones estéticas atribuidas sin ningún motivo al envejecimiento fisiológico. El término fotoenvejecimiento denota envejecimiento debido a la exposición crónica a la luz ultravioleta.
Los UVA y UVB actúan juntos para dañar la piel, produciendo gran cantidad de radicales libres en ella, formando lipoperóxidos que desestructuran la membrana celular y que pueden también dañar el ADN y otras moléculas importantes para la célula.
En caso del envejecimiento cutáneo, y en especial el de la cara, influyen de forma muy importante los factores exógenos y ambientales.
El fotoenvejecimiento de la piel se caracteriza por presentar una epidermis acantótica, con marcada atipia celular y pérdida de la polaridad, dermis engrosada, elastosis (desorden elástico), disminución de las fibras de colágeno, vasos tortuosos dilatados con destrucción del plexo horizontal e incremento marcado de proteoglicanos. Frecuentemente hay infiltrado inflamatorio con predominio de mastocitos. A todos estos cambios se les conoce como Heliodermatitis.
La piel envejecida puede tener apariencia clínica normal y, sin embargo, presentar hallazgos histológicos de envejecimiento intrínseco. En cualquier caso, las manifestaciones clínicas del envejecimiento cutáneo son consecuencia de cambios y alteraciones morfológicas que acontecen a nivel molecular y celular.

 

Clínica Dra. Margarita Esteban (Bilbao)