Alergia a los cosméticos
En los últimos años se ha visto un aumento en el número de pacientes que consultan por padecer alergia a algún cosmético que ha usado o usa de forma habitual. Para adentrarnos en este campo de la alergia cutánea a cosméticos, debemos lo primero aclarar una serie de conceptos.
Hay que tener claro en qué casos se habla de alergia y en cuales de intolerancia o irritación. Hoy en día están de moda y se ha extendido mucho el uso de los alfahidroxiácidos y el ácido retinoico como componentes principales de muchas cremas antiaging. Estas sustancias pueden provocar irritación con mucha facilidad en la mayoría de las pieles, teniendo en cuenta que su efecto principal es generar un pelado superficial de la piel que si se realiza intensamente puede conllevar enrojecimiento y descamación de la piel del rostro. Por tanto, el uso de cremas ricas en estas sustancias debe ser progresivo para favorecer la tolerancia a estas moléculas tan beneficiosas para la piel. Por otro lado, hay pacientes que a pesar de un uso paulatino y cuidadoso de estas sustancias, no llegan nunca a tolerarlas, y sufren irritación cada vez que las aplican, por tanto estas personas serán intolerantes a este tipo de moléculas. Por último, para aclarar en qué casos hablamos de alergia, debemos tener en cuenta que la alergia puede aparecer al aplicar el producto sólo o al combinarlo con la exposición a la luz solar. En estos casos, la reacción de la piel puede producirse no sólo por las moléculas de las que ya hemos hablado, si no por muchos de los conservantes, excipientes o perfumes que pueden contener muchos cosméticos y otros productos como detergentes, maquillajes, incluso productos de limpieza con los que la persona entra en contacto a diario, y para llegar a un diagnostico más certero habrá que realizar pruebas de contacto sobre la piel de la persona afectada, para aislar la sustancia que provoca la alergia y poder indicarle qué productos debe evitar.
Tras dejar claro qué puede ocurrirle a nuestra piel en cada caso, si tenemos una reacción sobre la piel del rostro o del escote a un cosmético que hemos aplicado sobre ella, debemos lo primero, comprobar que el producto no estaba caducado o llevaba demasiado tiempo abierto, en ocasiones, determinadas sustancias se oxidan al contacto con el aire y simplemente los conservantes o excipientes dejan de hacer efecto, provocando una acción más intensa de determinadas sustancias que componen la crema. Si esto fuera así, es adecuado lavar la cara con un jabón suave y retirar el producto lo antes posible. Si por el contrario, el producto era nuevo, nunca lo habíamos usado y estaba sin abrir y nos provoca reacción, puede no ser alergia, si no irritación, por tanto lo adecuado es aplicar sobre la zona irritada una crema hidratante pura, sin perfumes.
Si no tienes claro qué tipo de problema padeces, o si te ocurre de forma habitual o tienes una situación puntual que no sabes cómo manejar, acude a tu dermatólog@, quien te ayudará pautando el tratamiento más adecuado.
