Sobre el envejecimiento de la piel.
Podemos clasificar el envejecimiento de la piel en intrínseco cuando se debe a factores internos o extrínseco cuando se debe a factores externos.
El envejecimiento interno
Aparece una lisis de las fibras elásticas. La elastosis es más rápida en la dermis superficial, porque las fibras son más finas; y progresivamente aparece una pérdida de elasticidad de la piel.
Se observa una desaparición de las fibras más finas de colágeno. Se ven espacios entre las fibras de colágeno gruesas y muy gruesas. La dermis se adelgaza y hay una reducción de la ecogenicidad subepidérmica. Disminuye la densidad de la dermis reticular, del sistema fibroseptal, en el tejido subcutáneo de la piel.
Aparecen cambios vasculares, debido en parte al engrosamiento de la pared capilar. Hay una degradación progresiva de las células granulomatosas y cambios en la permeabilidad vascular; con esto aparece un edema interfibrilar que agranda el interior de los vasos y enlentece la circulación.
Se reduce el número y el tamaño de los vasos sanguíneos. La epidermis se adelgaza. La unión dermo-epidérmica se hace más débil, incluso hasta más de un 50 % se debilita entre la tercera y la novena década de la vida.
Envejecimiento extrínseco
Se debe al daño actínica y al tabaco. Los rayos UVA inducen directamente cambios en el DNA cutáneo; pero el principal daño es indirecto, debido a la formación de especies reactivas y radicales libres, y la activación de las metaloproteinasas de la matriz intercelular.
Los rayos UVB, se absorben casi completamente por la epidermis. El fotodaño dérmico solamente lo causan los rayos UVA.
La elastosis solar se caracteriza por una acumulación de material amorfo y anormal de la elastina que disminuye el volumen de la dermis y promueve la formación de fibras de colágeno pesadas.
En la epidermis aumenta la densidad del tejido, aumenta el número de células, disminuye el recambio de los queratinocitos y aumenta la concentración de los melanocitos con la aparición de léntigos solares.
Disminuyen los fibroblastos y las células de Langerhands. Los fibroblastos son anormales y producen menos colágeno. Los glicosaminoglicanos se depositan en la dermis reticular, en lugar de en la dermis papilar, así pues no son capaces de regular la hidratación dérmica.
