Sobre la dermatitis seborreica
Es una enfermedad crónica de la piel de causa desconocida, que afecta principalmente a los adultos y a los lactantes, siendo en estos últimos generalmente benigna y autolimitada. En la actualidad no se dispone de un tratamiento curativo aunque los tratamientos tópicos permiten un alivio temporal.
Los antifúngicos tópicos como en ketoconazol o el ciclopirox, se usan como tratamientos sintomáticos y presentan una buena relación beneficio-riesgo.
También se usa la hidrocortisona, como corticoide de baja potencia o la piritiona de zinc. La brea de hulla y el sulfuro de selenio, como algunos preparados con propiedades queratolíticas.
La piel afectada presenta un estado rosado y edematoso, con escamas amarillo-parduscas, es una enfermedad eritemato-escamosa. Es una manifestación cutánea de afectados por VIH o en la enfermedad de Parkinson.
La enfermedad cursa con fases de remisión espontánea.
Los agentes queratolíticos han resultado eficaces en el tratamiento de la dermatitis seborreica: el ácido salicílico del 2 al 5 %, la urea del 5-10 %, el ácido retinoico del 0,01 al 0,025 %, entre otros disponibles como preparados de parafarmacia. Además se han usado inmunomoduladores tópicos como el primecrólimus al 1 % o el tracolimus al 0,1 %.
La isotretinoina vía oral mejora una dermatitis seborreica grave, dosis de 0,1 a 0,3 mg por kg de peso y día, durante un periodo de 4 semanas, pudiendo proseguirse en una dosis de mantenimiento muy baja 5-10 mg por día, durante un tiempo prolongado.
Aunque es sabido que la dermatitis seborreica mejora en época estival y empeora en invierno, la fototerapia no se aconseja por el riesgo de cáncer asociado.
Respecto a la dermatitis seborreica del lactante, en la mayoría es benigna y transitoria, no necesitando un tratamiento específico.
Dra Victoria Paéz
