Ultrasonidos

Ultrasonidos

Ultrasonidos y sus beneficios

Los ultrasonidos tienen 3 propiedades que los caracterizan: la amplitud, es decir la intensidad de la vibración; la frecuencia, es decir el número de veces que vibra por unidad de tiempo y la longitud de onda, es decir la distancia recorrida por la onda entre 2 golpes.

Considerando que una onda se propaga con una cierta velocidad a través de un material, si se aumenta la frecuencia de la onda, la distancia entre los golpes se reduce, o sea disminuye la longitud de onda. En términos matemáticos la velocidad de la onda es la frecuencia por la longitud de la onda, por ello con una velocidad constante, la frecuencia y la longitud de onda son inversamente proporcionales. Una de las propiedades más interesantes de las ondas es que cuando dos ondas pasan una a través de otra, sus efectos se suman. Entonces hablamos de interferencia.

Se pueden distinguir 2 tipos de onda, transversal si la perturbación es perpendicular a la dirección de la propagación o si coinciden la dirección de la perturbación y propagación entonces tenemos una onda longitudinal.

Las ondas unidimensionales, si no hay absorción de energía, mantienen constante su intensidad durante la propagación.

Una onda es bidimensional cuando su propagación en el espacio se extiende en dos dimensiones; y en este caso si no hay pérdidas de energía en el medio, su intensidad es inversamente proporcional a la distancia al centro de propagación. Una onda es tridimensional cuando se extiende en tres dimensiones.

La distancia entre dos puntos equivalentes de la perturbación es la longitud de onda, y es inversamente proporcional a la frecuencia.

Con el término de ultrasonidos se definen las ondas elásticas cuya frecuencia es mayor del límite superior del oído humano. Por onda elástica se entiende una onda que utiliza un medio material para propagarse. Las ondas ultrasónicas tienen una longitud de onda reducida y una frecuencia elevada. Tienen una óptima propagación en medios sólidos o líquidos y mala propagación en los gases.

Cuando las ondas ultrasónicas pasan a través de un tejido pierden parte de su energía y a esto se llama atenuación. La causa principal de la atenuación es la absorción de la energía por los tejidos que se convierte en calor. La atenuación aumenta al crecer la frecuencia, asó pues una señal de 1 MHz, penetra más que una de 3 MHz.

Los ultrasonidos producen efectos en los tejidos: térmicos, mecánicos, químicos y de cavitación.

La acción mecánica produce movimiento de los líquidos por cambios de presión.

El efecto térmico depende de la absorción del medio biológico y de la reflexión de la energía a nivel de la interfaz entre los tejidos.

La acción química la determina la modificación del pH local y la permeabilidad de membrana.

El efecto de cavitación es la capacidad de los ultrasonidos de generar en un fluido pequeñas burbujas de gas derretido; y el resultado es una destrucción celular irregular con pérdidas de sangre de tipo petequial.