La constante inquietud para tener un cuerpo esbelto junto con el miedo a los quirófanos hicieron casi inevitables las investigaciones en nuevas técnicas no invasivas que pudieran conseguir resultados estéticos efectivos y sin efectos post-operatorios. La cavitación es una de ellas, la cual se caracteriza por el aumento de presión y temperatura de las burbujas o cavidades con gas y líquido debido a resonancia, con alteración de la tensión superficial. Las ondas ultrasónicas aplicadas (3Mhz) viajan en el agua a una velocidad de 1500m/s y en el tejido graso a 1.380m/s, lo cual produce que los adipocitos implosionen y estallen y se rompa la fibrosis sin producir daños a los tejidos circundantes. De esta forma se consigue licuar la grasa y eliminarla a través del sistema linfático y la orina.
Hay distintos sistemas de cavitación: la cavitación estable, la doble cavitación y la ultra cavitación, las utilización de los mismos dependerá de la necesidad concreta del cliente.
Teniendo en cuenta que la cavitación produce una implosión de los adipocitos, es decir, una destrucción selectiva de la zona tratada, consideramos este sistema como un tratamiento definitivo a diferencia de otros tratamientos estéticos que no sean quirúrgicos. Además, se trata de una técnica indolora y que se realiza de forma ambulatoria. realiza de forma ambulatoria.
Aún así, también es muy importante que tengamos en cuenta sus contradicciones. En el caso de la cavitación, éstas son las siguientes: embarazo, lactancia, severa disfunción del hígado (hepatitis, cirrosis), severa disfunción renal, enfermedad evolutiva, prótesis metálica en la zona cercana, marcapasos, epilepsia no controlada y lesiones cutáneas en la zona a tratar. El riesgo que puede presentarse en un tratamiento cavitacional es el derivado del aumento de lípidos en sangre de manera transistoria.
Antes de someterse a un tratamiento de cavitación, es conveniente determinar el estado del cliente para no correr riesgos innecesarios. Por esta razón, se aconseja someterse previamente, a un test analítico con estudio de la función renal y hepática así como el estudio del metabolismo lipídico. Si se sospecha que puede haber alguna otra alteración debe ampliarse el test con estudios de la función tiroidea, hormonas sexuales.Es evidente que para un resultado excelente deben tenerse controlados todos los parámetros posibles. La formación médica aporta los mejores conocimientos para que esto sea posible. Es un tratamiento muy agradecido para las adiposidades localizadas.
¿Cómo se aplica? Protocolo de tratamiento
Tras una valoración médica, se determina si la persona que se va a someter al tratamiento va a ser infiltrada previamente o solamente va a ser tratada con los ultrasonidos, ya que en algunos casos es conveniente añadir líquido a la grasa para favorecer el proceso de la cavitación. En esa infiltración puede añadirse solamente suero fisiológico o además bicarbonato sódico, agua bidestilada u otros componentes que el médico considere oportunos.
En caso de optar por la infiltración, se administra un anestésico suave para hacer el procedimiento menos molesto. En caso de no realizarse dicha infiltración, se procede directamente a aplicar un gel de ultrasonidos (como el de las ecografías convencionales) y, acto seguido, se tratan las zonas previamente marcadas con un cabezal especial que consigue una penetración del ultrasonido de hasta diez centímetros.
En función de si se aplica o no la técnica de hidrolipoclasia previa al tratamiento para optimizar y acelerar los resultados, el número de sesiones variará entre 2 y 10, aproximadamente. El tiempo de aplicación por sesión no deberá exceder los 45 a 60 minutos máximo para no saturar al sistema de drenaje, ya que si esa grasa liberada no es eliminada podría reorganizarse de nuevo para acumularse en otros adipositos. Por tanto, después de cada sesión de ultracavitación es imprescindible apoyar al paciente con drenaje linfático manual, presoterapia mecánica, plataforma vibratoria, mesoterapia homeopática drenante e incluso radiofrecuencia. El tratamiento es indoloro y los resultados se obtienen desde la primera aplicación..
Como única precaución a tener en cuenta para garantizar unos resultados satisfactorios, es muy recomendable beber mucho líquido los días previos y posteriores al tratamiento, mantener una dieta moderada y realizar algo de ejercicio tras el tratamiento.
¿Cuándo se recomienda?
El tratamiento con sistema de cavitación se recomienda en los casos en los que la persona presenta acúmulos grasos localizados que no suelen responder bien a las dietas ni al ejercicio. Se trata de una terapia especialmente indicada para aquellas personas más reacias a pasar por el quirófano para realizarse una liposucción convencional.
¿La alternativa a la liposucción?
La cavitación se trata de una alternativa a la liposucción en aquellos supuestos en los que se encuentren pequeñas adiposidades localizadas o en casos en los que las personas que padecen este tipo de inestetismos no quieran pasar por el quirófano. Hasta la fecha, el índice de satisfacción de los clientes, según los estudios publicados, es bastante alto.
Quizá, uno de los motivos de este alto porcentaje es que la persona que se somete a este tratamiento no necesita solicitar la baja laboral ni dejar de llevar a cabo sus actividades sociales. Inmediatamente tras el tratamiento, se puede reincorporar a sus quehaceres diarios, sin necesidad de llevar prendas especiales durante meses.
La cavitación se trata de un procedimiento que, realizado por profesionales cualificados, es seguro, eficaz, duradero, indoloro y sin post-operatorio, por lo que seguramente se va a convertir en uno de los tratamientos estrella de la estética actual.
DRA Mariola Bellón Torres