Son muy importantes para el organismo, ya que intervienen en funciones vitales y son precursores de sustancias antiinflamatorias.
Son grasas que se deben ingerir a diario porque el organismo no las fabrica. Hay diferentes tipos, pero los importantes son los de cadena larga de origen marino, el EPA y DHA, que se encuentran en los pescados azules o en aceites de pescado. Los omega 3 de cadena corta de origen vegetal no proporcionan los mismos beneficios para la salud.
Son cruciales en:
- Salud mental:
– Mejoran los síntomas de la depresión.
– Reducen el riesgo de Alzheimer y Parkinson.
– Disminuyen la degeneración cognitiva.
– Ayudan en el aprendizaje y el comportamiento.
– Mejoran el comportamiento de niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Fertilidad, embarazo y lactancia:
– La baja ingesta se relaciona con infertilidad.
– Contribuyen a la espermatogénesis.
– Reducen la incidencia de preeclampsia.
– Mejoran el flujo sanguíneo uterino y placentario.
– Favorecen el desarrollo cerebral del feto y bebé.
– Disminuyen el riesgo de parto prematuro
– Asociados a una mayor inteligencia verbal, comunicación y desarrollo social.
– Disminuyen el riesgo alergias alimentarias y eccemas asociados a inmunoglobulina E (IgE) durante el primer año de vida, si los toma la madre.
- Piel:
– Alivia la psoriasis, el eritema y la descamación.
– Tiene un efecto fotoprotector.
- Control de peso:
– Modulan la saciedad.
– Aumentan la sensibilidad a la leptina.
- Ojos:
– Importantes en la función visual del lactante.
– Disminuyen riesgo de degeneración macular.
– Mejoran el ojo seco.
- Sistema cardiovascular
– Regulan la presión sanguínea.
– Disminuyen la agregación plaquetaria, con lo que se reduce la probabilidad de trombosis.
– Reducen el riesgo de infarto de miocardio, arritmias y muerte súbita.
– Disminuyen los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad o LDL (denominado “colesterol malo”) y aumentan la lipoproteína de alta densidad o HDL (conocida como el “colesterol bueno”).
- Diabetes:
– Pueden prevenir la diabetes gestacional.
– Mejoran la función renal en pacientes con diabetes tipo 2.
- Inflamación:
– Mejoran la artritis reumatoidea y el asma.
– Disminuyen el riesgo de arteriosclerosis.
– Prolongan la remisión de enfermedad de Crohn.
– Reducen las necesidades de corticoesteroides.
- Cáncer:
– Mejoran los parámetros clínicos, biológicos y la calidad de vida de pacientes de cáncer avanzado.
– Reducen el riesgo de cáncer colorrectal.
– Tiene efecto protector frente al cáncer de mama.