El mineral antiestrés
Está considerado el mineral antiestrés porque equilibra el sistema nervioso central, influye sobre el sistema neurológico (favoreciendo el sueño y la relajación) y ejerce una eficaz acción sedante que consigue atenuar y reducir de forma considerable los nervios.
De hecho, las condiciones de estrés crónico que envuelven la existencia moderna aumentan las necesidades diarias de magnesio, ya que este mineral nos proporciona tranquilidad cuando es necesario y favorece nuestra capacidad de trabajo en el ámbito laboral y cotidiano. Por lo tanto, es esencial para el buen rendimiento de los niños en la escuela y de los estudiantes en general.
¿Qué pasa cuando falta magnesio?
El magnesio suele faltar a personas que consumen alimentos procesados, mucho alcohol o que tiene una enfermedad renal crónica. Además, también están expuestas a padecer una carencia de este mineral las mujeres embarazadas y aquellos que realizan grandes esfuerzos físicos, ya sea por razones deportivas o laborales.
Cuando hay falta de magnesio suelen aparecer los siguientes síntomas: fatiga, insomnio, pérdida del apetito, nerviosismo, espasmos musculares, alteraciones gastrointestinales, trastornos menstruales, debilidad muscular (acompañado de rampas y hormigueo), somnolencia, convulsiones, depresión, náuseas, deterioramiento de la capacidad intelectual o estreñimiento entre otras.
¿Cómo obtener la cantidad diaria recomendada?
Una dieta equilibrada nos aporta la cantidad suficiente de magnesio, pero la realidad es que, en muchas ocasiones, la alimentación diaria no llega a proporcionar ni un tercio de la cantidad recomendada, que es de 360 mg/día. Como recomendaciones importantes se deben recordar las siguientes:
- Incluir en la dieta fruta seca, semillas, cereales integrales, salvado, germen de trigo, legumbres, verduras verdes (espinacas, remolacha y cardo), fruta (albaricoques, plátanos y dátiles al natural), chocolate y leche.
- Comer alimentos crudos y sin refinar. El proceso de refinado de los alimentos provoca una pérdida del 85-99% de magnesio, mientras que la cocción es responsable de una pérdida del 50%, ya que la aplicación de calor en las comidas elimina una cantidad considerable del cloruro de magnesio. Por lo tanto, es preferible comer sin cocer los alimentos que aporten más magnesio, como las frutas y las verduras.
