Existe una célula que es el «caballo de batalla» del médico estético y constituye la piedra angular de multitud de tratamientos. Con el paso inexorable del tiempo no sólo se reduce su número sino también su capacidad de síntesis de las proteínas que antes se producía abundantemente. Se trata de los fibroblastos ubicados en nuestra piel. Tratamientos como la mesoterapia facial, el ácido hialurónico no reticulado y la estimulación con dermaroller consiguen estimular los receptores CD44 situados en la membrana citoplasmática del fibroblasto. Este estímulo produce una respuesta celular consistente en el aumento de la síntesis de fibras de tropocolágeno que al pasar al tejido dérmico se unen, convirtiéndose en colágeno y aumentando la turgencia y elasticidad de nuestra piel.
El tratamiento de implante de hilos de polidioxanona (PDO) es, también, un claro ejemplo de aumento de la síntesis de colágeno, pero con un gran avance respecto a los anteriores, el estímulo de los hilos es selectivo y se consiguen auténticos «cordones» sintetizados que se colocan alrededor de los mismos.
Estos cordones de colágeno permanecen durante mucho más tiempo que el propio hilo de PDO y constituyen auténticos vectores de fuerza paralelos al implante. Tras unos 6 meses, los hilos son reabsorbidos totalmente por las células macrófagos y el colágeno producido «tira» y «tensa» en la dirección deseada.
Indicaciones
Este gran avance permite diseñar para cada rostro su propia disposición de los hilos, los cuales, a modo de andamio, constituirán el armazón para los nuevos y propios «hilos naturales de colágeno», de ahí el nombre del tratamiento: lifting biológico autoinducido o también Lifting vectorial biológico.
Al no existir, tras los 6 meses, cuerpo extraño alguno, no cabe esperar reacciones a largo término de rechazo alguno. Los resultados duraderos y la simplicidad del tratamiento en comparación con el lifting quirúrgico hacen que sea uno de los más demandados actualmente.
Las zonas a tratar son los surcos nasogenianos, arrugas del cuello, entrecejo, frente y zonas periorbiculares. Así mismo, redefine el contorno facial y eleva las mejillas entre otras.
Seguiremos en nuestro empeño por devolver la juventud a nuestras células y tejidos y conseguir tratamientos más eficaces, más naturales y con los mínimos efectos secundarios. El futuro apunta a la medicina regenerativa y al conocimiento del cómo y el porqué del envejecimiento humano.
Las claves del conocimiento en esta apasionada relación entre arte y ciencia son el trabajo, la investigación, la perseverancia y el humanismo que existe en cada paciente, técnica o terapéutica realizada.
Retrasar la huella que el paso de los años deja en nuestra piel, sentirse bien, saludable, así como integrar todos los conocimientos médicos en pro de una salud estética óptima en todos los campos de actuación hace que nuestra labor no sea solamente una medicina satisfactoria sino una auténtica medicina científica, técnica y resolutiva que entiende el concepto de salud y prevención como un todo físico y psíquico indisoluble.