El año 2014 ha dado entre muchas cosas, origen a un término mundialmente usado: “selfie”. Los llamados en castellano desde siempre autorretrato o autofoto han sido dos conceptos desbancados para dejar paso a esta palabra inglesa.

Personas de todas las edades se han sumado a esta fiebre de hacerse fotos cámara o móvil en mano, bien sea solos o acompañados detrás. Al no ser fotografías posadas y cuidadas sobre todo los defectos del rostro, cuello y pecho saltan a la vista mucho más y en Estados Unidos (EEUU) ya están poniéndose manos a la obra: las intervenciones de cirugía plástica han subido de forma notable.

Rigor y sensatez en las operaciones estéticas

La Asociación Americana de Cirugía Plástica y Reparadora estima en aproximadamente un 25% el aumento del volumen de negocio en los dos últimos años y apunta a la revolución de esta moda de retratos personales como causa importantísima del crecimiento, aunque aún no disponen de datos concretos.

El mayor número de “adictos” a los “selfies” son los jóvenes y de ellos el porcentaje que predomina son mujeres. El famoso “palo” que sirve para alejar los dispositivos móviles y aumentar así la distancia para hacer instantáneas a uno mismo ha sido el producto estrella de estas Navidades y se ha agotado en infinidad de establecimientos. Cuidarse nunca es negativo, si bien hay que distinguir con madurez lo que es necesario (quitar arrugas, inestéticos lunares o manchas cutáneas, otoplasia, rinoplastia, tensar los músculos del cuello, injertos de cabello…) de unas situaciones que llegan en forma de moda y a casi nadie pueden resultar favorecedoras.

Para los primeros casos hay que dejar asesorarse siempre de la mano de expertos profesionales médicos como los que trabajan en los centros y clínicas de medicina estética y cirugía estética de la red excelente de Quality Clinic. Invertir con rigor, seriedad y profesionalidad en belleza es ganar en salud.

Redacción Quality Clinic